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Todos los días, estás en contacto con un montón de productos, que tienen un riesgo potencial  para tu salud. Muchas sustancias parecen ser seguras y no lo son. Tal vez ni siquiera sospeches de ellas cuando tu salud comience a mermar.

Muchos de ellos son parte del estilo de vida «estándar» contemporáneo y es normal encontrarlos en la mayoría de las casas. En gran medida son los responsables de que el sistema desintoxicante fisiológico con el que cuentas por diseño de “fabricación”, colapse y necesitas una ayuda extra.

Es cierto que la contaminación ambiental es un problema grande y muy serio. Para esta no hay soluciones inmediatas, por eso te invito a enfocarte en los cambios que sí puedes hacer dentro de tu entorno. Muchos son de contacto diario. La lista es larga, por ahora solo te menciono estos:

  • Contenedores y botellas plásticas

Evitar los plásticos es un paso básico para reducir su exposición a las sustancias químicas disruptoras endocrinas, como el bisfenol-A (BPA), el bisfenol-S (BPS) y los ftalatos.

Los disruptores endocrinos han sido relacionadas con un gran número de efectos adversos como problemas reproductivos; hipertensión arterial; alteración del coeficiente intelectual, deterioro del aprendizaje, hiperactividad y agresividad en niños; cáncer de mama, próstata y tiroides.

El calor, almacenamiento y los múltiples lavados puede aumentar la cantidad de las sustancias químicas que se filtran de los contenedores y botellas, por lo que guardar contenedores viejos, tampoco es una buena idea.

La opción para sustituir es el vidrio, para botellas, contenedores y todo aquello que estés usando en plástico, especialmente en tu cocina.

  • Endulcorantes artificiales

Los endulzantes artificiales como el aspartame y la sucralosa  engañan al cuerpo almacenando grasa y aumentando su riesgo de diabetes, contrario a lo que tal vez piensas. El aspartame, también llamado E 951 lo encuentras en sodas de “dieta” o light, en goma de mascar, aguas saborizadas artificiales, pastillas para el aliento, etc. También está la sulcralosa que encuentras en la Splenda, en productos horneados, dulces, salsas, jaleas, helados, cereales empacados, y muchos otros que incluso dicen “saludables” o “light” en su etiqueta.

Además de empeorar la sensibilidad a la insulina y de promover el aumento de peso, los endulzantes artificiales también promueven otros problemas crónicos  metabólicos, cardíacos, cerebrales, por mencionar algunos.

Estos también alteran la microbiota intestinal, otro mecanismo por el que promueven la obesidad y muchas otras alteraciones. Este efecto de disbiosis intestinal y de intolerancia a la glucosa, se ha encontrado en personas sanas.

  • Aromatizantes en aerosol

Los desodorantes y aromatizantes ambientales comerciales, generalmente contienen 2, 5-diclorofenol (2,5-DCP), un metabolito de 1,4- diclorobenceno, que ha sido relacionado con la pubertad precoz y con otros problemas de salud, incluyendo el cáncer. También se han encontrado  ftalatos, también disruptores endocrinos que se encuentran en los mismos.

Si quieres un aroma agradable, te sugiero los aceites esenciales puros de alta calidad, los cuales, además pueden mejorar tu salud y bienestar. Y no te olvides de abrir las ventanas y puertas de vez en cuando. Eso te ayuda a mejorar la calidad del aire de los espacios cerrados.

  • Utensilios de cocina antiadherentes

Los antiadherentes son los principales para iniciar la limpieza de tu cocina. Saca las ollas y sartenes antiadherentes y remplázalos con utensilios de cocina de cerámica o vidrio. El recubrimiento antiadherente más popular está hecho con una sustancia química llamada ácido perfluorooctanoico (PFOA), mejor conocido como teflón, ha sido etiquetado como un «probable» carcinógeno por una junta de revisión científica independiente que aconseja a la Agencia de Protección Ambiental (EPA).

En general evita teflón, aluminio y cobre.

Remplaza tus utensilios con cerámica o vidrio que no emiten fluoruro tóxico. Los no tóxicos más accesibles y duraderos son los de acero inoxidable de buena calidad.

  • Productos de cuidado personal

La piel absorbe fácilmente las sustancias químicas. Por eso te sugiero revisar todo lo que te aplicas. Toma en cuenta el uso del desodorante, las cremas, lociones, champú, acondicionador y otros productos de cuidado personal. Prefiere las marcas orgánicas de artículos de tocador y cosméticos. Aprende a leer las etiquetas y no asumas que es bueno solo porque dice “natural”.

Adicionalmente puedes resolver, por ejemplo, las lociones hidratantes para el cuerpo, con aceites como coco, jojoba, macadamia, etc, y agregarles aceites esenciales para aprovechar sus propiedades y hacerlos más atractivos al olfato.

  • Maquillaje

En un reporte titulado Heavy Metal Hazard: The Health Risks of Hidden Heavy Metals in Face Makeup, la organización Environmental Defense analizó 49 productos diferentes de maquillaje, en los cuales se encontraron plomo en el 96%, berilio en el 90%, talio en el 61%, cadmio en el 51% y arsénico en el 20%, todos metales pesados que se alojan en el cuerpo de manera crónica.

  • Jabones antibacterianos y detergentes

Desinfectar tu cuerpo y sus alrededores de forma rutinaria, a largo plazo podría causar más daños que beneficios. No sólo promueve el desarrollo de bacterias resistentes a los medicamentos, sino que los compuestos antibacterianos como el triclosán también han sido relacionados con un gran número de efectos dañinos para la salud, especialmente en niños pequeños.  Puede alterar la regulación hormonal, interferir en el desarrollo fetal en las embarazadas. Ha sido relacionado con alergias, disfunciones tiroideas, aumento de peso, respuestas inflamatorias, disrupción endocrina.

Un jabón regular, mejor sin olores ni colorantes, es la mejor opción. Que cuide el pH de tu piel y que no cree otros daños. Con eso se ha demostrado tener un excelente papel preventivo de enfermedades.

  • Productos de limpieza comerciales

También llenos de tóxicos que pueden afectarte por contacto directo o inhalación. El jugo de limón es un blanqueador natural, el vinagre y el agua son una excelente combinación para limpiar ventanas y el vinagre combinado con peróxido de hidrogeno es excelente para desinfectar. El bicarbonato de sodio es muy bueno para limpiar la bañera y la cocina.

Ten a mano una botella aerosol con peróxido de hidrógeno al 3% y otra con vinagre, se pueden convertir en tus mejores aliados de limpieza. También el bicarbonato de sodio, funciona muy bien para los baños.

No te agobies, inicia por lo que te sea más fácil y ve sustituyendo poco a poco hasta que tengas una casa más limpia y más ecológica. Te aseguro será una gran diferencia en tu salud.

Raquelina

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