El proceso desintoxicante del cuerpo inicia con la limpieza y la restauración de la función del tracto gastrointestinal, usando como recurso principal el cambio alimenticio y las prácticas depurativas. Para hacer que estos cambios sean permanentes y eficaces (ya que estamos apostando por una vida detox) es necesario empezar por la despensa.
Al igual que el el alcohol y el tabaco, los alimentos procesados (grasas saturadas, frituras, azúcares – especialmente los refinados –) contienen conservantes artificiales y otros aditivos que mejoran su sabor, color o consistencia. También hay contaminantes generados en alguna etapa del proceso de elaboración, envasado o almacenaje de productos que compramos. Vale mencionar cinco alimentos considerados por muchos especialistas en Salud Integral como venenos metabólicos: el azúcar, las harinas y la sal refinadas, el arroz blanco y la leche. Estos se constituyen en los principales inductores físicos de muchas enfermedades degenerativas e inflamatorias como artritis, diabetes, cáncer, problemas cardíacos, colitis, insuficiencias vasculares y envejecimiento prematuro, entre otras.
Una forma de empezar por lo que sí puedes controlar, es eliminar de tu despensa los alimentos con colorantes artificiales, los azúcares, las gaseosas, los enlatados, las frituras, los condimentos artificiales (salsas envasadas, cubitos saborizantes o sazones), los aceites reusados, el azúcar añadida, los edulcorantes artificiales, la comida rápida, la procesada y la llamada comida chatarra. También reduce el consumo de sal, jugos, quesos, grasas saturadas (natillas, margarinas, crema dulce, patés), embutidos, harinas refinadas (pan blanco, galletas, pasta, tortillas de trigo), helados, repostería, dulces, exceso de cafeína, alcohol y tabaco. Con todo esto ya empezamos a estimular los procesos biológicos internos y a propiciar una alimentación más vitalista.
¿Qué remover?
Conservantes, Alimentos Refinados, Grasas Trans, Azúcar y Químicos. Te los voy a poner por grupos, tal como comparto en el reto detox de primavera. Claro, lo puedes hacer en cualquier momento que tomes la decisión de mejorar tu salud.
- Aceites refinados
- Aderesos comerciales
- Endulcorantes artificiales y endulcorantes «naturales» con alto contenido de fructosa
- Sodas, jugos, hidratantes con azúcar y colorantes
- Productos de harina refinada: pan blanco, galletas.
- Bolsitas de meriendas o snaks: papitas, chicharrones, doritos, platanitos…
- Salsas: condimentadas, pasta de tomate, ketchup, salsa de soya industrial, salsa bbq…
- Sopas instantáneas, cubitos o calditos de pollo, gallina, vegetales…
- Especias, nueces, semillas viejas y rancias que tengan mucho tiempo en la despensa.
Lista general:
- Harinas blancas
- Panes blancos
- Perros calientes procesados, salchichas
- Carne enlatada
- Margarina
- Aceite de canola refinado, maíz, soya, cacahuete o maní, manteca vegetal
- Azúcar blanca, Caña de azúcar, Jarabe de maíz de alta fructosa, Jarabe de maíz, Jarabes de frutas
- Soda, Refresco de dieta
- Chocolate dulce
- Jugos de fruta
- Leche de vaca
- Aves de corral y productos lácteos tratados con hormonas, criados en fábrica, llenos de antibióticos
Te invito, además a leer mi artículo Detox del Hogar, en este mismo blog, sección de Salud. Puedes apoyarte en él para seguir la limpieza en otro nivel en tu casa.